Domingos en conserva,
esperando sentada
a que el dolor
se vuelva arte.
Así me contaron
que sucedía.
Sábanas arrugadas,
canciones tristes.
Palabras más profundas,
más certeras;
puñales
más afilados
que los míos.
Cierro los ojos.
Contengo el aliento.
Tan,
tan bello
que duele.
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