Paso incierto
ante el desierto blanco.
Ruido constante,
vomitando en sílabas
la enmarañada madeja
de susurros volátiles.
Despierto,
quebrando una pesadilla,
de esta tormenta
de miedo y angustia.
Arranco a tejer
un silencioso vacío.
Entre lagos de hielo afilado
brama un nuevo sol.
Vendrán cosas buenas,
asegura,
nacerá otro día,
cuando todo acabe.